Gracias por haber compartido con EL PUENTE este año!!!
Seguimos por más!!! Seguimos construyendo puentes…nos vemos en el 2012
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Tags: 2012, felicidades, puentes
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Por Matías Raña (@matias_ra)
El siguiente texto es el fruto de un desvarío que tuvimos con un amigo tras ver la promocionada y afamada película “Super 8”. Decidí traducirla a un texto que no refleja ni por asomo la psicodelia, el absurdo y las botellas de vino que circularon en torno a tamaña discusión. Quiero aclarar que aquellos que no hayan visto la película que aquí se “reseña” se encontraran con spoilers (o sea, botoneadas varias sobre partes importantes del film) que podrían afectar su visión y, tal vez, la salud de quien escribe.
Están avisados.
Cuenta la historia que un día se juntaron dos poderosos cineastas norteamericanos con ganas de filmar una película. Uno iba a poner la producción, el otro dirigiría. Quedaron en el hogar de uno de ellos, para pensar la historia entre los dos. Ambos profesan un amor por el cine de aventuras y la magia de antaño, y tienen en su haber tanto series de televisión como largometrajes populares, abocados a la ciencia ficción, ciertas cuotas de terror, aventura, magia… y protagonistas infantiles.
– ¿Sabes que extraño, querido amigo? Esas películas donde los protagonistas eran niños.
– Hablas de películas para niños, ¿no es cierto?
– No, no… digo, películas donde los infantes son los protagonistas, y tienen aventuras adultas.
– Como “Los Goonies”.
– Claro, o “E.T”…
– Ya no se hacen esas películas.
– Deberíamos hacer una, ¿no crees?
– Y… dinero tenemos, y nuestras películas han sido exitosas.
– ¡Claro! Podríamos combinar muchas películas y armar una nueva.
– Si, por ejemplo, tiene que haber un nene cuyos padres se hayan divorciado.
– O mejor… que la madre se haya muerto!
– ¡Si! Así tiene que superar eso, pero a la vez, se tiene que llevar mal con el papá.
– Esta película tiene que ser un homenaje a las cosas que hacíamos de chicos, cuando nos juntábamos a filmar con nuestros amigos.
– Entonces el protagonista tiene que tener un grupo de amigos… uno puede ser el típico gordito looser un poco mandón, puede ser el director de la película.
– Y tiene que haber otro que sea el loquito, medio feucho, no sé… capaz que le puede gustar volar cosas con cohetes…
– Otro de los chicos tiene que ser el típico miedoso, el que no asume la aventura…
– Pero, ¿a qué le tiene miedo?
– Ya llegamos a eso, tengo una idea. Sigamos con los personajes.
– Bueno, tiene que haber una chica, que sea el interés amoroso de uno de ellos… para aplicar la cuota de nostalgia, podemos elegir a una actriz que sea parecida a Drew Barrymore.
– También tiene que estar el típico hermano pesado, que moleste a uno de ellos.
– O hermana…Y los padres no tienen que prestarles atención a ellos, o ser abusivos.
– ¡Ya sé! El papá de la nena puede ser un borracho o drogadicto, y de la madre ni noticias…
– … así se identifica con el protagonista, que no tiene madre…
– … pero el papá de la nena tiene que prohibir que se vean ellos, así hay redención al final.
– Genial, nos falta algún personaje más en el grupo.
– Y… falta el típico chico que ni pincha ni corta, ese que nadie se acuerda si apareció o no.
– Joya. Ya tenemos un grupo como el de los Goonies… ahora nos falta el elemento fantástico.
– Podría ser un extraterrestre, como en “E.T”
– Si, pero gigantesco! Como en “Cloverfield”.
– Pero tiene que ser bueno el bicho, aunque al principio parezca malo.
– Y el bicho se quiere ir a su casa, pero los nenes no lo ayudan a escapar, sino es muy parecido a la otra película.
– No, pero tienen que sentir empatía por el bicho.
– Bueno, pero con la condición que el bicho come gente.
– Puede secuestrar a la chica, y que los niños lo encuentren.
– También lo está buscando el ejército, ¿no?
– Si, si… como en E.T.
– Y los nenes encuentran al extraterrestre antes que todo el ejército norteamericano, y salvan a la nena.
– Y el protagonista tiene que tener una relación psíquica con el extraterrestre.
– Eso ya es muy parecido a “E.T”.
– Bueno, tiene una relación psíquica con todos los que toca.
– Genial.
– Y al final, mientras la nave despega, el nene tiene que superar la muerte reciente de la madre lo más rápido posible.
– Así la presencia del extraterrestre tiene sentido en sus vidas.
– Y al final, todos ven como la nave se va volando, y entienden que el bicho no era malo, sino que se quería ir a su casa.
– Tenemos que encontrar una variante a la estela tipo arcoíris que deja la nave espacial.
– Puede tener la forma de una estrella, que se funda en el cielo.
– Genial.
– También tenemos que llenar de homenajes nuestra película.
– ¿Por ejemplo?
– Los chicos filman una de zombies, y tiene que aparecer el apellido “Romero” en algún lugar.
– ¡Buenísimo! También los chicos pueden andar en bicicletas, aunque solo tengan que hacer tres metros de distancia.
– ¡Genial! Y al igual que en Cloverfield, el monstruo no se tiene que ver hasta el final, como para captar a las nuevas generaciones que no sienten esa nostalgia.
– Podemos poner muchas explosiones, tiros, no sé, un choque de trenes espectacular, con cosas que salen volando, y que los chicos se salven por un pelo de todo eso.
– Y que de ahí se escape el monstruo.
– Si, es buena esa. Al final, el ejército se tiene que ir y los chicos tienen que seguir con su vida normal, pese a que vieron como un monstruo se comía gente, les explotaban cosas alrededor…
– El chico y la chica tienen que dar indicios que terminan juntos…
– ¡Y se reconcilian con sus padres!
– Tenemos el final abrupto y feliz, donde todos salen ganando.
– Menos las familias de todos los muertos, claro, a los cuales probablemente no se les de ninguna explicación.
– Eso no importa, el final feliz con redención de personajes hará que la gente olvide todo eso.
– Perfecto. Entonces será una mezcla de “Los Goonies”, “Cloverfield” y “E.T”, ¿te parece bien?
– ¡Genial!
– Llamemos a un guionista entonces.
– ¡No te olvides de pensar una campaña de marketing que no se entienda un pomo que es lo que pasa!
– ¡Dale! Ya tengo el nombre, “VHS”, que sería el formato en que filman su peli…
– Mmmm, me gustaría más algo como “Super 8”, tiene otra magia.
– Bueno, el título lo vemos después.
– ¿Me pasas la botella de vino?
– Tenga maestro.
Así, los dos cineastas crearon un éxito de taquilla que apeló a los monstruos y la cámara movediza que tan en boga está en el presente, para acaparar a las nuevas generaciones, y sumó la nostalgia de los años 80, con ese espíritu pre adolescente que ya no se ve en el cine actual. Lo que se dice, tener buen ojo para el negocio cinematográfico.